lunes, 31 de diciembre de 2012

Impulsos que vienen del corazón

Pensé que el anterior sería el último post del año, pero anoche escuché un mensaje, que está relacionado con anteriores entradas del blog como Verdad verdadera  ,  Reflexiones ,  Miedo al fracaso... , Quédate con lo bueno , etc. y que son unas bonitas palabras para terminar el año, a tener en cuenta en estos momentos de reflexión.
En la noche neox, aparte de la actuación de las Nancys Rubias que bailé en el salón sola pero ilusionada, jaja... les dieron la oportunidad, nos guste más o menos, a dos personas que este año la han cagado, de estar en el programa. Y es que, todos tenemos derecho a segundas oportunidades... No podemos negar nada a nadie, que no nos gustaría que nos quitasen a nosotros, como son las segundas oportunidades, pues, aunque sea una frase hecha, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra...
En concreto, creo que Remedios Cervantes jugó muy mal en su día en ese concurso en el que hizo perder al concursante la final... pues la decisión era de él y ella estaba para apoyar... Si yo fuese él... no me habría hecho ni p... gracia... (impulsos que nos juegan malas pasadas...) Sin embargo, al chico tampoco le ha ido tan mal, se supone que han hecho amistad incluso, y anoche así lo mostraron. El caso, es que lo que me gustó fueron estas palabras, que quería compartir con vosotr@s, en un discurso posterior a las campanadas:

"Recordad que no se puede aprender, sin equivocarse.
Que de todos los errores que cometamos, de los únicos que no podemos avergonzarnos, es de los errores que cometemos por un impulso, porque esos vienen directos desde nuestro corazón.
Lo esencial es invisible a los ojos, y las cosas más bellas y más hermosas, sólo se pueden ver con el corazón.
La vida perdería emoción si supiésemos lo que va a pasar un segundo más tarde. Así que, dejad que la vida os sorprenda. Y algo muy importante, creed en vuestro corazón, exprimirlo cada día para teñir el lienzo de vuestra vida .. No pasa nada, no tengáis miedo, ninguno, si os equivocáis."

Por último, ahora sí hasta el año que viene, cuando hagáis recuento de los momentos vividos este año, no despreciéis ninguno, pues todos nos marcan de alguna manera, y van transformándonos en lo que somos. Pero, recordad sobretodo, los momentos que os hayan hecho sonreír, y así empezar el año nuevo con una sonrisa. :)

viernes, 28 de diciembre de 2012

Regalo navideño

Aunque haya quien intente escaparse de la influencia de la Navidad, lo cierto es que está aquí, y voy a hacer simplemente referencia a ella con un par de canciones.

Ésta, muy divertida y un poco "frik", una versión española de "All I wish for christmas is you" de Nancys Rubias, con el popular Mario Vaquerizo a la cabeza, me gusta mucho. Una letra muy bonita, que valora la compañía especial de las personas, y no los regalos materiales. Y aunque suela reunirse toda la familia y/o amig@s, seguro que hay alguien con quien nos gustaría estar y no podemos, a quien dedicarle esta canción...

Y a continuación otras en un tono más de orquesta.

"A happy winter holiday"

Sólo diré, como toque personal, algunas cosas que recuerdo con especial cariño de estas fechas. Una, es el día siguiente al sorteo de la lotería de Navidad, que esperábamos a que mi padre trajera el periódico para mirar columna por columna si algún número de los que teníamos había sido premiado. Esa espera, (no como hoy que se mira al momento en internet), ese tacto del periódico (además usado, porque mirábamos los números de toda la familia, de casa en casa), su ruido, su olor, y esa emoción de buscar con el dedete y la mirada de arriba a abajo unidades, decenas y centenas... es algo que se está perdiendo, porque obviamente hay otras comodidades y avances, pero que era muy especial.

 "A Christmas carol fantasy"

Y otra, es algo que hago todos los años, si puedo, levantarme el primero de enero para ver el concierto de año nuevo, en Viena, por televisión. No por la tradicional marcha radetzky, sino por los valls, las imágenes del edificio y alrededores, l@s bailarines/as cuando acompañan a la orquesta...



Con todo esto, sólo me queda despedirme de vosotros/as por este año, y nos seguiremos leyendo para pasar buenos ratos por aquí, el año que viene, si queréis. Mis mejores deseos para tod@s en el 2013. 


Si os apetece compartir algún recuerdo, podéis hacerlo en comentarios, incluso de manera anónima. Gracias.




viernes, 21 de diciembre de 2012

Fuente de energía

A ver cómo me la calificarían ustedes... La ilusión, es ¿renovable o no renovable?

Me ha gustado la campaña de la ONCE para agradecer y seguir promoviendo la ilusión, con motivo de la celebración de su aniversario y también el de su Fundación. 


"Que la ilusión continúe", se llama. Y es que muchos proyectos, muchas cosas en la vida, salen a delante gracias a la ilusión de las personas. Es un sentimiento que provoca una energía enorme... y a veces saca fuerzas de donde parece no haberlas.
Por eso, vamos a no perder la ilusión ;)

Os animo a que busquéis otros spots de la ONCE porque son maravillosos. 

jueves, 20 de diciembre de 2012

Una relación complicada...

Cada persona, llevamos un/a explorador/a dentro. Esta semana he recordado a través de un sueño de mi primeja, lo que es la "aventura" de explorar, los misterios, los descubrimientos... Pero no es cosa de niños, es algo que hacemos siempre, cuando no buscamos algo a propósito, lo hacemos sin darnos cuenta.

La mayoría de las veces, exploramos entre las cosas que nos gustan, sin darnos cuenta de si buscamos realmente algo, o sólo estamos allí por curiosear... Pero esa iniciativa de indagar, son las ganas de rodearnos de cosas que hacemos o sentimos como nuestras. (estilos de ropa, de música, libros, webs, participando con nuestra opinión, clickando en "me gusta", etc.)
En otras ocasiones, por curiosidad o incluso por causa de fuerza mayor, también investigamos entre cosas que no nos gustan tanto... (enciclopedias, webs, consultorios...) porque algo que no deseábamos, de repente, también "se ha hecho nuestro", nos ha tocado, ha pasado a formar parte de nosotros...

Explorando relatos, de índole románticos en este caso, me he encontrado con uno que me gustaría compartir con vosotr@s. Uno no muy común si hablamos de romanticismo como tal... y que su lograda prosa puede confundir a nuestra imaginación en algún momento. Una carta de aceptación y superación, con sentimientos confundidos y emociones bien expresadas... que obviamente tiene un trabajo interior y un esfuerzo digno de admirar. Un drama de angustia y liberación, donde finalmente no sólo triunfó el amor, sino que triunfó la familia, triunfó la persona, triunfó la salud... Y que también tiene que ver con el hecho de empezar a investigar cosas que no teníamos planeadas y nos hemos encontrado... Una relación complicada.
A mí me ha estremecido. Lo podéis leer a continuación: 

Puede parecerte extraño que te escriba una carta de amor. Para ser honesta a mí también me sorprende un poco. Mis sentimientos hacia ti han sido siempre muy confusos, y mi relación contigo siempre ha sido complicada. Mucha gente pensaría que esta debería ser una carta de odio, de desprecio. Todo lo contrario, esta carta está llena de respeto, y de agradecimiento. Cómo podría yo odiarte si eres parte de mi, si eres carne de mi carne.  Si algo he aprendido estos meses ha sido aceptarte como parte de mí. Aun ahora que te digo adiós, se que tu memoria siempre quedará conmigo y que mi vida no será nunca la misma, después de haberte tenido dentro.
Yo no te esperaba. Estaba demasiado ocupada con mi vida, con mi felicidad. Llegaste sin ser invitado, en el momento más inoportuno, y te metiste dentro, muy cerca de mi corazón, escondido bajo mi seno izquierdo. Allí te instalaste calladamente,  mientras yo estaba distraída, primero con la otra vida que crecía dentro de mi vientre, y luego completamente sumergida en la dicha enorme de amar a un hijo.  Y tú silenciosamente crecías y crecías, alimentándote de mi ignorancia. Qué extraño me resulta pensar ahora que al mismo tiempo mi cuerpo albergaba y alimentaba a la vida y a la muerte, al amor máximo y al enemigo mayor.
El primer recuerdo que tengo de ti, es el de un fuego que me quemaba el pecho. No el fuego apasionado del amor, ni ese que te sube por el rostro cuando te sonrojas. Este fuego era doloroso, como si me pusieran alcohol en una herida abierta. Una urgencia que impulsa a soplar para aliviarla. Ya en ese momento intuía que algo vivía bajo mi piel, pero yo me negaba a verte y te llamaba por otros nombres para pretender que no existías.
Pero como siempre, llegó el momento de enfrentar lo inevitable, y en una sala helada, te vi por primera vez claramente. No tuvimos tiempo de conocernos, de ser amigos primero, hubo urgencia de mirarte a los ojos y de escuchar tu nombre de los labios de otra mujer, que entendió mis lágrimas sin preguntar nada. Cáncer. Luego vinieron muchas noches de insomnio, pensándote, esperando saber tu apellido, tratando de imaginar la vida (o la muerte) contigo, preguntándome de donde habías venido, revisitando una y otra vez el futuro y el pasado, pero sobre todo llorando, calladita para no despertar al que dormía a mi lado. ¿Cómo explicarle a él mi miedo, cuando cada noche me besaba y me decía que todo iba a estar bien?  ¿Cómo decirle que esto era entre tú y yo, y que él no podía entrometerse? Ese hombre que me ha amado como nadie, y que hasta estuvo dispuesto a aceptarte durmiendo entre nosotros. No podía hacerle eso a él. Por eso durante el día me esforzaba intentando que todo siguiera igual, no me sentía enferma ni me dolías y hasta a ratos parecía que no existieras, que te hubiera soñado. Pero, de repente me asaltaba tu certeza en la sonrisa de mis hijos, o en unos planes para el futuro, en una frase inocente que alguien decía, o en un comercial de televisión. Todo parecía haber perdido importancia, solo tenía pensamientos para ti. Intentaba en vano mantenerte lejos de mi mente, porque sentía que pensarte te daba poder sobre mí. Quería ignorarte, pero aparecías por todos lados.
Vinieron salas frías, esperas interminables, decisiones que no quería tomar. Hablaba de mi futuro y el de mi familia con médicos que no conocía, que hablaban acerca de ti como si te conocieran a pesar de que no te habían tenido nunca tan cerca como yo. Y fui añadiendo a mi diccionario palabras que no conocía, nombres de medicinas, de médicos. Las salas de espera se convirtieron en mi casa y ahí tú y yo estábamos a solas, mirándonos a los ojos, tomándonos las manos como adolescentes. Abrí mis venas y mi cuerpo para poder llegar a ti. Agujas, tubos, botellas, jeringas, sangre, fluidos entrando y saliendo. Recuerdo como me irritaban las conversaciones de otros pacientes, las recomendaciones y comentarios interminables de la gente: agua de coco, sopa de miso, tomate de árbol, el libro de Eva, deja los lácteos, no uses anti-transpirante, mi hermana se curó de eso, fulanita se murió de aquello. Nada me importaba…éramos tu y yo encerrados en nuestra batalla, y el miedo, y el cansancio.
Me arrebataste los pequeños y grandes placeres de la vida. El olor del café de las mañanas, una buena comida, un libro agradable, el calor del sol sobre la piel, una película, jugar con mis hijos, una copa de vino, el intimo abrazo de mi esposo. Todo desapareció, solo me consolaba dormir. Me miraba al espejo por las mañanas buscando en mis ojos la vida, la alegría, la fuerza para seguir adelante. Mi rutina se convirtió en un ir y venir de medicinas en inyecciones. Cuando me preguntaban que me apetecía, decía invariablemente nada. Eso era lo que me quedaba, nada. Solo la inercia de levantarme cada mañana, el tetero de los niños, llevarlos al colegio, hacer las tareas. Una seguidilla de obligaciones y citas a las que atender. Solo el amor infinito de mis tres hombres me mantenía andando cada día, y aún a ellos tuve que decirles que no, que no, que no, tantas veces. Alguien me dijo que este era el momento de ponerme primero yo. La realidad es que eras siempre tú el que estabas primero.
Me salvó el amor. Recuerdo verme reflejada en los ojos de mis hijos, y pensar en lo que sería su vida sin mí. En ese preciso instante decidí que no, que eso no iba a pasar, que era hora de decirte adiós. Y entonces algo se rompió entre nosotros, y comencé a verte distinto. Tuve la certeza de que estabas allí por mí, y nadie podía sacarte si no era yo. Comencé a buscar dentro de mí la fortaleza para despedirme. Cada noche te miraba a los ojos y te decía que ya, que la lección estaba aprendida, que yo te había creado y ahora tenías que irte. Mientras se me llenaba el cuerpo con veneno tumbada en un sofá, te iba viendo alejarte. Tu poder sobre mi iba disminuyendo cada día, a pesar de lo débil que me sentía, a pesar de los glóbulos blancos por el piso, a pesar de las náuseas, sabía que yo tenía en mi la fuerza para dejarte ir. Me veía al espejo y me decía que a pesar de estar calva, sin cejas, ni pestañas, con los labios pálidos, era hermosa y valiente, y que me amaba más a mí que a ti, y que uno de los dos tenía que irse, y no iba a ser yo.
Y así fue, poco a poco fuiste alejándote, haciéndote mas y mas pequeño. Te arranqué de mi pecho con lo que quedaba de él,  y asumí mi cicatriz con el orgullo con que se presume una marca de guerra. Y luego vino una cita diaria con un rayo invisible que te terminó de desvanecer. En mi mente, esa era una espada que yo empuñaba y con la que te atravesaba el pecho. Allí, recostada y enfrentada con una fría máquina, vestida con una bata de papel y con el pecho pintarrajeado con tinta negra, terminé de despedirme de ti, para siempre. Y entre lágrimas te di las gracias por todo, y volví a mi vida. A recuperar poco a poco lo que te llevaste.
Ahora que finalmente te has ido, queda tu memoria, tu recuerdo, tus huellas. Estoy consciente de que hay que pasar la página, pero no puedo hacerlo sin agradecerte todo lo que me has dado. Todo lo que me quitaste me lo has devuelto poco a poco, y ahora esas pequeñas cosas son tesoros grandes para mí. Nunca sentí tan delicioso el aroma del café en la mañana, ni disfruté tanto leyendo de un solo tiro un libro. Nunca antes me reí como me río ahora. Ya no pierdo mi tiempo en rencores inútiles, en miedos absurdos. El sol del Caribe me acaricia y tengo amor en mi vida. No necesito más. Tú cambiaste mi vida para siempre, para bien. Gracias a ti llevo una sonrisa en los labios cada día. Me has hecho feliz de una manera que solo yo entiendo. Me siento bendecida de haberte conocido y de haberte tenido tan cerca.
Ahora vete, eres libre. Yo soy libre, verdaderamente libre.


TÍTULO: CARTA A MI TUMOR.

martes, 18 de diciembre de 2012

Sí sí sí...!! Realistas y positivos para elaborar un CV

La verdad es que las personas que trabajan en marketing y publicidad se lo curran. Algunas veces, hacen campañas impresionantes, con un mensaje social de fondo, tocando ahí la fibra sensible, aparte de anunciar el producto que sea. A veces se aprovechan de esa sensibilidad para vender, pero otras, crean como una complicidad o una unión muy fuerte, algo más humano, más allá de la marca.
Esta mañana he visto este vídeo a primera hora, no sé en qué espacio informativo de televisión, y me ha encantado. ¡Qué genial! De nuevo los cómicos españoles nos sacan una sonrisa, tratando un tema serio, con un mensaje esperanzador, no de paz (típico en Navidad), pero sí esperanza, en cualquier caso, y de reconocimiento por los méritos conseguidos hasta ahora. MORALEJA: por mal que nos vayan las cosas, no podemos olvidarnos de todo lo bueno que tenemos.
Cosas a tener en cuenta, tanto para un CV individual y personal, el autoestima de uno mismo, como para el "CV de todos los españoles" y su espíritu, por la situación actual de España. 
Y ¡¡sí sí sí...!! quiero pasar este mensaje, difundirlo y difundirlo y compartirlo... ¡Espero que os guste tanto como a mí!

https://www.youtube.com/watch?v=Lawy94ymrP8



El año pasado ya hicieron otro anuncio muy bueno, también con cómicos españoles, sobre el optimismo, recordando también a uno de los grandes... A ver si lo recuerdan...



Tierno tierno :)
Feliz semana, y a mantenerse positivos.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Are you app?

Reconozco que me cuesta un esfuerzo subir esto, porque no estoy por la labor de hacerle ningún favor a Movistar... ninguno. Lo he encontrado mirando otros vídeos en internet, y cuando he visto que era de esa compañía, me ha molestado... Pero me ha parecido algo muy original, gracioso, y... real. Han creado una especie de cortos, o una mini-serie (ellos lo llaman web serie), con capítulos de unos 5 minutos, donde plasman con humor las relaciones entre los jóvenes interconectados por las nuevas tecnologías, aplicaciones móviles y las redes sociales. 
Me gusta porque me parece una idea creativa, porque trabajan actores/actrices españoles/as,  porque detrás hay un equipo de profesionales y colaboradores que han pensado y llevado a cabo esta idea (en las notas de prensa dicen que con el fin de crear contenidos propios), por la música, y por los distintos enfoques que le dan a esta realidad. Si no te sientes identificado con ninguno/a, seguro que conoces a alguien que tenga un perfil parecido, o que le haya pasado algo similar.

Por si tenéis un ratito, os dejo el trailer, y los dos primeros capítulos, que son los únicos que han emitido hasta ahora. :) 







Y finalmente, para reflexionar, buscaré una fotografía que refleja también la dependencia actual que tenemos con estos medios, que nos hacen desvincularnos en ocasiones de la humanidad, o en todo caso, del contacto humano. (Aunque no estoy de acuerdo del todo con la segunda frase... pero las imágenes realmente hablan por sí solas)


miércoles, 5 de diciembre de 2012

Miedo al fracaso...

Quién no lo ha sentido alguna vez... Todos, en algún momento, lo hemos sentido.
Miedo a hacer una pregunta y que no haya una respuesta, o que la respuesta sea una no deseada...Miedo  a que nos dejen con la palabra en la boca. Miedo a caerse, miedo a no triunfar en algo, miedo a suspender una prueba, a que no seas lo que buscan, a que te den con la puerta en las narices... Miedo a que al terminar la función no haya aplausos, a que no apoyen tu idea, al ridículo y a la soledad... No todas estas cosas tienen que entenderse como fracasos, aunque lo parezcan, en parte porque la apariencia es muy importante, y también porque lo interiorizamos así, realmente, desde pequeños aprendemos cuál es su significado. Incluso, pensamos en cómo castiga y se comporta el resto de la sociedad ante un/a "fracasado/a" ...

Pero si dejamos de hacer las cosas por ese miedo, nunca sabremos qué hubiera sido si las hubiésemos hecho, qué hubiese pasado en realidad...

El miedo es un mecanismo de defensa natural que nos hace ponernos en alerta. Ante cualquier situación, adversidad o reto, hay un momento de miedo. Aún para los/as más valientes, creo que hay uno, aunque sea breve.
Sabemos que cuesta aceptar el fracaso, y que después del fracaso viene la tristeza. La frustración, el disgusto, el dolor del golpe...Y les tememos tanto, que no pensamos en las opciones en caso de superar esa prueba, que nos hace echarnos para atrás (como en el vídeo de la entrada "No tengas miedo, atrévete"). Desde luego, es duro, y no es agradable. Pero de nada nos sirve alargar la amargura del momento. De todo puede extraerse un aprendizaje, aunque en ese preciso momento, o por un tiempo, no lo veamos. Todo lleva su proceso...

Me ha gustado mucho una frase del blog de Dani Martinez (humorista) tras comunicar que un nuevo programa en el que estaban trabajando, finalmente no se emitirá:
"Pase lo que pase, tengas éxitos o fracasos, siempre has de saber quien eres y de donde vienes. Nadie es más que nadie cuando triunfa, ni menos cuando fracasa."

Efectivamente, nadie es más cuando triunfa ni menos cuando fracasa, somos quienes somos, y lo demás son circunstancias... Os dejo unas frasecillas para reflexionar sobre algunos de estos aspectos... el miedo; el fracaso..










Entradas relacionadas "No tengas miedo, atrévete"  , Verdad verdadera , Reflexiones contructivas  ,  Disfrutar y aprovechar el camino  

martes, 4 de diciembre de 2012

Que cuando me toque a mí, no sea demasiado tarde...

En muchas ocasiones de la vida, recuerdo con gratitud un escrito que en mi época de bachiller visualicé casi a diario en la libreta de una compañera y amiga, y que quizás, de no ser por esa casualidad, no hubiese leído. Un escrito para reflexionar... 
Retenía en mi memoria el principio y el final, pero para mostrárselo más exacto, lo busqué y copié de otra web, donde además matizan la diferencia entre prácticamente el mismo relato, pero dicho por diferentes autores, de diferente manera, en distintas épocas. (lo tienen abajo)

Yo lo resumiría, como que hasta que las cosas no le pasan a un@, no las entiende. Hasta que algo no nos toca de cerca, y lo vivimos en nuestras propias carnes, no reaccionamos

Y lo podría aplicar a todo: hasta que un@ no tiene una enfermedad, no sabe lo que se sufre. Hasta que un@ no vive una desgracia, no sabe lo que se sufre. Hasta que un@ no vive un desengaño, una discriminación, una injusticia, un disgusto...no sabe lo que se siente. Hasta que un@ no se queda sin nada, no sabe lo que siente... (También para positivo, hasta que no te enamoras, no sabes qué se siente, hasta que no tienes un hijo/a, no sabes qué se siente...) Piénsenlo, sobretodo en temas emocionales, es así. 

Se podría traducir también como empatía, la capacidad que tenemos para ponernos en el lugar del otro...

En estos tiempos que corren, donde peligra la educación y la sanidad pública, además de otras cosas; donde en cada casa hay algún motivo de tristeza; donde vemos a diario suiccidios por situaciones desesperadas, desahucios, familias que no llegan a fin de mes, despidos, quiebras de empresas, embargos, destrucción del planeta, etc. A todos nos toca algo... Personalmente, sí entiendo el miedo. Pero la pregunta que se hicieron este fin de semana en algunos lugares de encuentro y concentración es, ¿dónde está la gente? ¿Qué pasa, que no están en paro, que sí llegan a fin de mes, que les parece genial la situación actual...? Para lo que también me viene al pelo esta reflexión... porque si ahora no les afecta en nada, cuando les afecte, puede que ya sea demasiado tarde, o que entonces, nadie hable por ellos...

Cito textualmente:

"Primero se llevaron a los comunistas, pero a mi no me importó porque yo no lo era;
enseguida se llevaron a unos obreros, pero a mí no me importó porque yo tampoco lo era,
después detuvieron a los sindicalistas, pero a mí no me importó porque yo no soy sindicalista;
luego apresaron a unos curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importó; 
ahora me llevan a mí, pero ya es demasiado tarde. 
Bertolt Brecht, poeta y dramaturgo alemán (1898-1956)

Seamos solidarios con nuestros semejantes, la vida es cíclica, lo que hoy está arriba, mañana puede estar abajo; así, tal como dice la sabiduría popular: “hoy por ti y mañana por mí”.
Pero a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Este texto atribuido a Bertolt Brecht, realmente pertenece al pastor luterano alemán Martin Niemöller (1892–1984), es parte de un sermón dado por él en la Semana Santa de 1946 y dice así:

Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata. 
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar "

FUENTE: http://calamb.wordpress.com/2008/06/18/primero-se-llevaron/